Ana Zamora
Teatro
Nao d'Amores, en una producción de la Comunidad de Madrid
ANA ZAMORA
Alfonso Barreno
Juan Díaz de Corcuera
Rafael Ortiz
Alejandro Pau
Elena Rayos
María Alejandra Saturno
Alejandro Sigüenza
Isabel Zamora
Viernes 4 de julio - 21:30 h.
Iglesia del Hospital de Antezana
Duración: 60 minutos
Venta exclusiva de entradas en la taquilla del Teatro Salón Cervantes y online a través de www.culturalcala.es y el siguiente enlace
Dramaturgia y dirección de escena: Ana Zamora
Asesor de voz, palabra y verso: Vicente Fuentes / Fuentes de la Voz
Asesoría, arreglos y dirección musical: María Alejandra Saturno / Miguel Ángel López
Vestuario: Deborah Macías (AAPEE)
Espacio escénico, y trabajo de objetos: David Faraco
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Asesor de movimiento y coreografía: Javier García Ávila
Asesor de historia del arte y liturgia: Eduardo Carrero Santamaría
Asesor de literatura: Javier San José Lera
Ayudante de dirección: Alba de la Cruz
Ayudante de vestuario: Victoria Carro
Ayudante de producción y escenografía: Áliada Jiménez
Realización de escenografía: Carpintería El Molino
Realización de vestuario: Ángeles Marín
Prensa: Josi Cortés
Técnico maquinista: Juan Manuel Román
Dirección técnica y técnico de iluminación: Fernando Herranz
Producción ejecutiva: Germán H. Solís / Nao d'amores
Producción: Comunidad de Madrid para Teatros del Canal
'Hacia Ecos de lo sagrado', supone el primer contacto con el público, previo al estreno, de un espectáculo concebido para las ruinas del monasterio cisterciense de Santa María la Real de Valdeiglesias, en Pelayos de la Presa (Madrid). Una experiencia escénica que se constituye en testimonio vivo del patrimonio filosófico, literario, litúrgico, musical y escénico de tiempos pretéritos.
El punto de partida para este proyecto de creación, ha sido el sentido del oído, y en particular la música y la palabra, en relación con el espacio físico para el que fueron creadas. Para ello, se ha cartografiado la sonoridad del monasterio a partir de la liturgia y la vida cotidiana en todos sus posibles registros perceptivos: desde la palabra y el canto en la iglesia, a la voz en el capítulo o el refectorio, las diferentes campanas y sus toques, la salmodia en las procesiones, el agua en la fuente del lavabo, los pasos por el claustro…
Sin embargo, la percepción es experiencia y, por lo tanto, es única: la reproducción del sonido en un espacio con la mayor fidelidad histórica que pudiéramos, no nos iba a devolver su percepción en la época. Por tanto no nos interesan los espectadores del pasado, sino los de hoy, y las sensaciones, emociones, y hasta cuestionamientos intelectuales que en ellos se pueden generar en su encuentro en un espacio arquitectónico patrimonial, que se transforma en escenográfico, a través de los sonidos del pasado.